No existe la menor duda, sobre los cambios permanentes a los que se enfrenta
el mundo actual, y las múltiples incertidumbres e inestabilidad que ellos
generan en la sociedad, en las organizaciones y al hombre actual y venidero, quien
por lo general rechaza o se resiste a la alteración de su status quo,
originándose inconformidad y comportamientos conflictivos, en él, y en las organizaciones
donde se desempeñan.
Desde
esta perspectiva, disponer de un administrador en la dirección
de la organización, con habilidades para percibir, comprender, no sólo la
situación que originarán esos cambios, sino las consecuencias que podrían
ocasionar, lograría plantearse estrategias concretas y adecuadas para tomar decisiones, anticipándose a desenlaces contrarios a los deseados.
En este sentido, el profesional de administración, debe ser un importante agente de cambio e innovador,
producto de las condiciones personales, que durante su formación
académica haya adquirido, reforzada posteriormente por la experiencia adquirida, y dotado con la capacidad
idónea para precisar escenarios, que otros no alcanzarían a vislumbrar.
No obstante, disponer de habilidades para visualizar situaciones que
afectarían a una unidad administrativa o a toda la organización, poseer
conocimientos especializados y facilidad para aplicar técnicas relacionadas con
el trabajo y los procedimientos, además de saber relacionarse, comunicarse y motivar a las
personas, con herramientas primordiales, características de las condiciones
personales, que suponen, adquirió el profesional de la administración, durante su formación, no son
suficiente, será necesario además, estar actualizado profesionalmente, saber aplicar
los conocimientos a la solución de los problemas, así como también, mantener una actitud personal estable, perseverante, con la convicción de
mejorar continuamente los problemas actuales, y con capacidad para conservar buenas comunicaciones y una mayor motivación de las personas, y en especial, la
del personal que trabajan con él.
Para
finalizar, y reforzar esta última competencia, destaco del pensador
chino Confucio, quien en algún momento de su
vida ejerció actividades como maestro, este proverbio: “Cuando
quieras lograr tus metas, no cambies tus metas, cambia de actitud”.